Soy la hermosa gota de fuego que danza sobre la cúspide de tu vela.
Bailo ardientemente sobre tí … Y luego reclamo para mí, todo el calor espeso, blanco y derretido de tu cera, hasta que me deshago y me extingues en la belleza de un gemido finito y un suspirar.
Yo, me hago el fuego perenne en tu cuerpo; y de tus pensamientos la magia que respira tu sonrisa.
Inhundo tus huesos, tu carne, tu sangre; de deseos que se avivan a pesar de la distancia.
Airam
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